sábado, 31 de enero de 2009

Se llama Asterión

Manía minotáurica: porque amo a los minotauros (sí, hay más de uno...). Le puse así porque se alimenta de carne y sangre humana, además de aquella cuestión de los laberintos.

Lo malo -según yo- y lo bueno -según él- es que aún no ha llegado ningún Teseo. Si algún día aparece algo/alguien semejante, probablemente yo muera de dicha y dolor al mismo tiempo: así de complicado es todo esto: Odi et amo, como dijera Catulo. Y completo: Quare id faciam, fortasse requiris. Nescio, sed fieri sentio et excrucior.

Es tan hermoso mi minotauro: El estrellado...

Mi pequeña bestia no-humana.

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