miércoles, 24 de septiembre de 2008

Conductores suicidas

Después de una larga semana explorando el Infierno (para lo que no se necesita ninguna gruta enclavada en los Himalayas, ningún Virgilio, ni cosas parecidas) volví a la superficie...

Lo primero que hice fue buscar a Sabina para que sus canciones me ayudaran a recuperar esa sonrisa casi inexistente y más bien escurridiza, un tanto sarcástica, pero al fin sonrisa...

Por las razones obvias, esta rolita fue la descarga eléctrica que terminó de reanimarme...




Joaquín Sabina
1992


No voy a negarte que has marcado estilo,
que has patentado un modo de andar
sin despeinarte por el agudísimo filo
de la navaja de esta hespidita ciudad…
sabias hacer turismo al borde del abismo
pero creo que de un tiempo a esta parte
te has deslizado al lado marrón,
tu que eras un maestro en el difícil arte
de no mojarte bajo un chaparrón.
buscando en la basura un gramo de locura,
dime que es falso que ya nunca escribes
que has empeñado el reloj de Raquel,
que tu corazón no halla quien lo motive,
que has perdido siete quilos en un mes,
¿como te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?
“no es asunto tuyo -me dirás- y punto”
pero reconoce que es crudo aceptar
que no hay ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar,
y búscate la vida, en dirección prohibida,
pero no impedirás que levante mi vaso
a tu mala salud y te invite a brindar,
muerta la amistad sabe igual que el fracaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar,
así que tu ni caso,
por no agobiarte paso
de hacerte la cuenta de las papelinas,
de que no te fíe ni rafa el del pub,
de que vendas chapas en ciertas esquinas,
de que te conozcan en cada hospital.
¿como te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?

domingo, 21 de septiembre de 2008

Cambalache

Que el mundo fue y será una porquería
ya lo dijo Enrique Santos
y hoy tengo un día de esos en que sufro
toda esa poesía cruel(...)
-L.E. Aute-




Y dale con los tangos, no?
Este habla del siglo XX ( y de antes), pero estamos en el XXI y ¡vaya!... no cambian las cosas...
Y para gente como yo (o el pobrecito Oliveira) la cosidad está a la orden del día...





Enrique Santos Discépolo
1934





Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un bandoneón...

¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
¡El que no llora no mama
y el que no roba es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que trabaja
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...



P.D. Me importa un bledo si está trilladísimo...

sábado, 20 de septiembre de 2008

Confianzas







Sólo por esta vez, junto a video, pongo la letra de la canción...



Gotan Project
2004



Se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice

y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o él mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán

no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos

ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera a la lluvia lo mojará
no alcanzará perdón o gracia por ellos

«con este poema no tomarás el poder» dice
«con estos versos no harás la Revolución» dice
«ni con miles de versos harás la Revolución» dice
se sienta a la mesa y escribe




(Pensando en ellos: Alfredo, Alan, Conrado, Israel, Leo y Vero...)



Una lista

El cielo está espantosamente azul (aunque no sea cielo ni sea azul).
El sol quema, quema, quema.
Aún quedan unas gotitas de rocío sobre las plantas del jardín (que es más bien una selva salvaje a escala).
En un rincón de la barda trepan unas campanillas de color tan morado que recuerdan un poco la semana santa.
La barda de adobe se ha convertido en un enorme panal.

Otro sábado, otro, siempre otro...

He puesto la música a un volumen que raya en la estridencia para opacar el molesto zumbido de la lavadora...

Los sábados por la mañana son de labores domésticas y una soledad que hoy no molesta.

Sabina canta; Delgadillo, Filio y Silvio cantan... escucho un disco de "trova" que me quemó el Licántropo antes de saber que terminaríamos enredados en un romance de lo más extraño por lo inesperado y lo desnudo... Aunque ahora creo que tal vez ambos ya intuíamos algo - nada es en realidad fortuito-.

Ayer pasé el día parloteando y cuando llegué a casa lamenté el silencio, la falta de alguien a quien torturar con mi soliloquio para agotar toda la saliva que pudiera producir... Hoy el silencio, desde muy temparno, llegó a mis labios como un bicho hermoso (no por ello menos impertinente)... Mas si sella mis labios, no puede deternme, y heme aquí...

Tecleo, un poco bajo el misterioso influjo de una compulsión que ya no me avergüenza.
Tecleo, como si al dejar de hacerlo pudiera morir.
Y no es que le tenga miedo a la muerte, pero ayer descubrí que aprecio más la vida de lo que creía...

No es bastante...
(El solo hecho de saber que las letras podrían ser infinitas me hace sentir que jamás escribiré lo suficiente, aun si dejara de dormir o de comer para hacerlo.)
Pero tengo que ir a cumplir con mis deberes de hija de familia cualquiera y sacar la ropa antes de que Tláloc decida bendecirnos una vez más...





domingo, 14 de septiembre de 2008

Pastillas para no soñar

Incluso tal vez esta...




Joaquín Sabina
1992



Si lo que quieres es vivir cien años
no pruebes los licores del placer.
si eres alergico a los desengaños
olvidate de esa mujer.
compra una mascara antigas,
mantente dentro de la ley.
si lo que quieres es vivir cien años
haz musculos de 5 a 6.
y ponte gomina que no te despeine
el vientecillo de la libertad.
funda un hogar en el que nunca reine
mas rey que la seguridad,
evita el humo de los clubs,
reduce la velocidad,
si lo que quieres es vivir cien años
vacunate contra el azar.
deja pasar la tentacion
dile a esa chica que no llame mas
y si protesta el corazon
en la farmacia puedes preguntar:
¿tienen pastillas para no soñar?
si quieres ser matusalen
vigila tu colesterol,
si tu pelicula es vivir cien años
no lo hagas nunca sin condon,
es peligroso que tu piel desnuda
roce otra piel sin esterilizar,
que no se infiltre el virus de la duda
en tu cama matrimonial.
y si en tus noches falta sal
para eso esta el televisor.
si lo que quieres es cumplir cien años
no vivas como vivo yo.
deja pasar la tentacion
dile a esa chica que no llame mas
y si protesta el corazon
en la farmacia puedes preguntar:
¿tienen pastillas para no soñar?

69 punto G

No sé si muy a propósito de eso que pensaba ayer... pero sí, tal vez un poco...



Joaquín Sabina
2002


En la 69 punto G
tiene el corazón una oficina
donde don Nadie gana al ajedrez
y los adivinos adivinan
y los aladinos aladinan
y de propina,
imagínate.

Seremos tu cordón umbilical,
tu confesionario, tu pomada.
Ponte los cascos en la oscuridad
si te da la espalda la almohada,
busca la frecuencia modulada
una coartada
para alunizar.

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un Debussy
crepuscular
toca en el dial
la seguidilla de Buñuel,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la
69 punto G.

Las epidemias fueron anteayer,
las arrugas son de plastilina.
En la academia del amanecer
da clases de morbo Mesalina
y, en una pecera con espinas,
flotan las ruinas
de los cabarés.

Ven a la 69 punto G
cuando te canses de crecer
y los sueños tarden en venir,
que un B.B. King
sentimental
toca en el dial
la sonatina de Rubén,
déjanos jugar
contigo al escondite inglés
en la
69 punto G.

Toca en el dial
la polonesa de Chopin,
vamos a soplar
la ralla del amanecer
en la
69 punto G.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Linkeando... y divagando

Es absurdo, pero mi vida se está llenando poco a poco de rutinas extrañas... lo que me hace sentir cada vez más adulta y, acto seguido, unas ganas tremendas de salir corriendo o esconderme o simplemente no salir otra vez. No me molesta tanto la idea de estarme convirtiendo en adulto, sino el proceso mismo, ese proceso que implica una especie de descomposición: el endurecimiento de los rasgos (físicos), decepcionarme ante el mundo, empezar a preocuparme por qué demonios va a ser de mi vida, encabronarme portodo lo que pasan en las noticias y un etcétera exageradamente largo.

En realidad iba a empezar esta entrada de otra manera (es tan, temprano, en sábado, y yo ya estoy aquí, frente a la computadora...), pero justo antes de poder escribir me quedé pensando en que encender la computadora los sábados un poco antes de medio día para hacer las tareas de la semana y no poder hacerlo sin antes vagar un rato por algunos otros blogs o escribir una entrada en el propio, se está volviendo una especie de rutina; una rutina casi tan terrible como levantarme todos los días a las seis de la mañana para que el tiempo me alcance y poder llegar a la clase de las 8, o la de beber una taza de café todas las noches aunque haga un calor de los mis demonios... ya no digamos la rutina escolar...

A pesar de todo, hay cosas que no me molestan para nada de dicha metamorfosis (la de volverse adulto, claro, porque conmigo siempre hace falta aclarar cuál de todas las metamorfosis): pensar en la privacidad de un cuarto propio (aunque una casa propia con amueblado minimalista, biblioteca, piano y jardín sería mucho mejor), el idealismo de no cometer los mismos errores que cometen todos los adultos, además de la libertad para hacer otras cosillas un tanto obscenas que no describiré aquí (al menos no ahora)...

Y después de todo, supongo que tampoco está nada mal tener un sitio cálido donde refugiarme de tanta adultez que me bombardea por todos lados: los brazos de mi Licántropo. Sé que ahí soy libre para regresar en el tiempo y emocionarme por un muñeco de peluche, o de hacer un puchero o de llorar por una tontería...

Al final, esa cuestión de volverse adulto resulta tan contradictoria como el resto de los asuntos humanos... con su lado lindo y su lado horroroso...

Ahora voveré a lo que hacía antes de ponerme a escribir esto... linkear a otros blogueros y tratar de hacer la tarea (y vivir para contarlo)...


viernes, 12 de septiembre de 2008

Concerto Grosso alla Rustica

Si siento que la cabeza y el corazón me revientan, además de sentir al Licántropo cerca, me refugio en la música... y en el humor... además estos señores son geniales...



lunes, 8 de septiembre de 2008

Espera en el salón de junto...

(Escrito originalmente en la última página de la antología de Corrientes de la Lingüística II)


No hace falta aclarar cuál es mi verdadera pasión...

Son las 20:30, estoy sola en un salón del ya casi deshabitado Collhi, espero que Alguien salga de clase para no caminar sola por las calles oscuras y porque me gusta esperarlo, espiarlo por el agujero de la puerta que nos separa mientras pone atención a la clase de técnicas editoriales...

Tengo dos opciones para entretenerme:

1) Estudiar solfeo en el Dandelot
2) Comenzar la lectura de La gruta del Toscano

...

Como ya dije, no hace falta aclarar cuál es mi pasión... Quien se precie de conocerme -aunque sea un poco- sabrá que la tentación de un libro "nuevo" esperando en mi mochila bastará para que sólo lea unas cuantas notas musicales y el ejercicio me parezca ya tan aburrido como la espera en la fila del banco. Pero no se trata de desdén (no se malinterprete), es más bien como elegir entre un helado de vainilla y otro de chocolate... personalmente, cuando puedo combinar y devorar ambos, es genial, pero cuando hay que elegir, elijo, por supuesto, el de chocolate.

Para mí, la literatura es una irresistible golosina... Y no me privo de comer otras cosas, incluso las saludables y no tan agradables verduras, pero no disfruto ninguna otra tanto como perderme en las páginas de una buena novela o un buen cuento...

Hacía tiempo que no hacía comparaciones gastronómicas... eso, creo, significa que estoy volviendo al buen camino del divague perpetuo y los pensamientos maripósicos...

Jajajajaja!!!! Pero qué carencia de objetividad la mía... En fin... no pretendo escribir algo serio esta vez (tampoco esta vez), sólo, como ya se está haciendo costumbre, algo para no olvidar...



domingo, 7 de septiembre de 2008

Rainy day/night

Ha llovido desde las 4 de la madrugada. Eso no me consta porque yo dormía profundamente y soñaba con que comía montones de obleas...

Ahora son las 11:45 pm y todavía escucho el golpeteo de la lluvia afuera.

La humedad hace que me duelan los huesos y que mi nariz parezca un grifo abierto... Rinitis alérgica que se desencadena con el polen, el polvo o el frío... Soy una achacosa de 21 años; dicen que todos llevamos un niño dentro, en mi caso, es una ancianita cascarrabias...

Alguien me dijo una vez que la lluvia no podía deprimirme... Tal vez sea cierto, pero puede ser la excusa perfecta para permanecer en cama más tiempo del habitual, para disimular ciertos efectos hormonales y para no salir de mi madriguera.

A los 15 solía gustarme danzar bajo la lluvia... actualmente sólo me pasa cuando me invade un impulso jovial, pero eso es muy extraño. Justo después de comer, escuchaba tangos de la vieja guardia, específicamente, Adiós muchachos...

Me quedé pensando en unos versos: "Se terminaron para mí todas las farras,/mi cuerpo enfermo no resiste más..." ; y claro, recordé que hace meses que no bebo... que el jueves dejé plantada a la "barra" de música por razones que no voy a contar (JOJO!!!) y que en vez de salir a pistear las noches de viernes o sábado, prefiero quedarme a leer, ver una película cursilona o platicar con cierta criatura nocturna tan nombrada ya en otras entradas del blog. No sé muy bien el motivo de todo lo anterior, pero me imagino que se debe a la vida licenciosa que he llevado el último año y que en verdad no me aportó más que dolores de cabeza y una tremenda cruda moral. Es extraño pensar en regenerarse, suena como si de verdad hubiera sido una decadente al estilo de esa película rara (The libertine o El decadente, donde sale Johnny Depp)... lo cual sería exagerar, claro, pero no sé, no sé... tal vez sea el llamado de la adultez o como se llame eso: envejecer? No lo sé.

Y todo eso por la lluvia. Pero no, la lluvia sólo es un pretexto... mi cabeza nunca se detiene, siempre estoy pensando en algo, maquinando algo, rumiando algo... Puede diluviar (aunque esto que pasa no creo que sea lo que en verdad se llama diluvio, aunque si se prolonga, tal vez...), puede nevar (aunque aquí en el Pueblo eso no pase), puede derrumbarse todo y yo seguiría con mi enjambre interior...

Ahora estoy cansada (y eso que dormí cuatro horas por la tarde), tengo frío y me duelen las rodillas, los dedos... pero claro, antes de apagar mi renovada compu, platico un rato con el Licántropo - que a falta de luz de luna anda tan bípedo- para relajarme un poco y no perder la comunicación...

Pero ya es bastante de escribir sin rumbo... ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡debería darme vergüenza!!!!!!!!!!!!!!!!

Y sigue lloviendo...

sábado, 6 de septiembre de 2008

Ángel eléctrico

Aunque al Licántropo le reviente que me fascine Soda, me encantan sus letras y me resultan enormemente catárticas en momentos de indecible furia, como este, justo este momento en que me estoy sulfurando sin saber exactamente por qué...


Soda Stereo
1995


Ahí va la tempestad
ya parece un paisaje habitual
un árbol color sodio
y la caída
de un ángel eléctrico

Tengo estática
y no querría lastimarte
de nuevo
volví solo y cargado
por la caída
de otro angel eléctrico

Enredado en cables
estoy al filo
de la resignación
debe ser el hábito
de esperar que algo quiebre
el unísono

Un nuevo acorde
te hace mirarme a los ojos
aún tengo al sol
para besar tu sombra
hoy caí
al dejarte sola
ya pagué
por quebrar la calma