sábado, 9 de febrero de 2008

Dos puñados de polvo...

Ellos no miran a las estrellas, miran sus cuerpos en el espejo, conscientes de su carne...
"Polvo eres..."

...

-Sabes, tal vez lo hubiera hecho, de no ser por la duda...
-Sí, ya sé... qué pasará después...

¿Cómo saber?
Hay que decidir: corres el riesgo o no lo corres/ vives o no vives.
Se trata de perder el miedo o aferrarse a él...
Ellos están ahí, tendidos, sólo sintiéndose.

...

-Lo peor sería que al final no hubiera nada más... pero ya ni siquiera podríamos enojarnos...

La posibilidad de ser sólo una broma cósmica los irritaba... y tal vez, sin saberlo, ambos buscaban la inmortalidad.

-Y entonces, ¿qué hacemos?, ¿qué elegimos?
-No lo sé, si supiera, seguro que no estaríamos hablando de ello...

A pesar de todo siempre queda un poco de miedo; porque la incertidumbre se abre ante ellos tan negra e inmensa como ese cielo que no osan ver...