LOS CAMINOS
Es difícil recordar en qué punto dejé el camino seguro para internarme en pequeños senderos cada vez menos dibujados - casi adivinando si en realidad hay sendero debajo de ese pasto húmedo y oloroso a naturaleza.
Un día (no muy lejano) simplemente decidí que eso de realizarse según el establishment no es lo mío: un trabajo de escritorio, una rutina muy parecida a la Hidra de Lerna, cada vez menos tiempo para eso que llamamos vida. Pero si no es lo mío, hay que buscar opciones menos deprimentes y/o asfixiantes. Hay que buscar...
EL TIEMPO
El punto ya no es si existe o no existe o qué es... esta vez no...
Solamente pasa algo: hay transformaciones inevitables (físicas: las arrugas, las primeras canas -sí, canas, a los casi 22 años-; psicológicas y de otras índoles quizá menos fáciles de encerrar en una palabra...). Es extraño, por ejemplo, saber que "sigo siendo yo", pero saber que no soy la misma yo de ayer o de hace ocho años.
Es la rotación y la traslación de la tierra, el movimiento, lo que sea... pero envejecemos y/o maduramos (signifique lo que eso signifique)... el mundo cambia todos los días, pero también cambiamos de ojos todos los días...
LOS LIBROS
No sé si se trate de sabiduría: me dedicaré a leer como si no hubiera un mañana (últimamente me encanta esa frase), pero sin descartar que puede haberlo.
Leer lo que quiera, lo necesario, lo divertido...
Y dejar de torturarme si mis dedos no dan con la gramática y la ortografía "correcta" de mis ideas... ya vendrá la escritura cuando tenga que venir, por necesidad, como una pulsión urgente: si yo no me considero domesticable, ¿por qué habrían de serlo mis letras?
FE DE ERRATAS (léase FE DE RATAS)
Tal vez sí soy domesticable pero no me he dado cuenta y lo de salvaje y lo de mariposa puede que sean puras (cómo decimos los mecsicanous? ... ahhhh... sí...) ... una chaqueta mental (guardando las debidas distancias).
Es difícil recordar en qué punto dejé el camino seguro para internarme en pequeños senderos cada vez menos dibujados - casi adivinando si en realidad hay sendero debajo de ese pasto húmedo y oloroso a naturaleza.
Un día (no muy lejano) simplemente decidí que eso de realizarse según el establishment no es lo mío: un trabajo de escritorio, una rutina muy parecida a la Hidra de Lerna, cada vez menos tiempo para eso que llamamos vida. Pero si no es lo mío, hay que buscar opciones menos deprimentes y/o asfixiantes. Hay que buscar...
EL TIEMPO
El punto ya no es si existe o no existe o qué es... esta vez no...
Solamente pasa algo: hay transformaciones inevitables (físicas: las arrugas, las primeras canas -sí, canas, a los casi 22 años-; psicológicas y de otras índoles quizá menos fáciles de encerrar en una palabra...). Es extraño, por ejemplo, saber que "sigo siendo yo", pero saber que no soy la misma yo de ayer o de hace ocho años.
Es la rotación y la traslación de la tierra, el movimiento, lo que sea... pero envejecemos y/o maduramos (signifique lo que eso signifique)... el mundo cambia todos los días, pero también cambiamos de ojos todos los días...
LOS LIBROS
No sé si se trate de sabiduría: me dedicaré a leer como si no hubiera un mañana (últimamente me encanta esa frase), pero sin descartar que puede haberlo.
Leer lo que quiera, lo necesario, lo divertido...
Y dejar de torturarme si mis dedos no dan con la gramática y la ortografía "correcta" de mis ideas... ya vendrá la escritura cuando tenga que venir, por necesidad, como una pulsión urgente: si yo no me considero domesticable, ¿por qué habrían de serlo mis letras?
FE DE ERRATAS (léase FE DE RATAS)
Tal vez sí soy domesticable pero no me he dado cuenta y lo de salvaje y lo de mariposa puede que sean puras (cómo decimos los mecsicanous? ... ahhhh... sí...) ... una chaqueta mental (guardando las debidas distancias).
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